PINK FLOYD: LO QUE DEBÍA HABERSE QUEDADO EN RESTO
The Endless River, de Pink Floyd, desde la portada, ya canta a material recauchutado.
El primer tema, que parece un descarte de Wish You Where Here, pero encima parece que le falta algo, como un camino a ninguna parte.
Solo la guitarra de Gilmour nos recuerda que es un disco de Pink Floyd, pero sin personalidad.
Con el segundo tema al más puro estilo de Brian Eno, pero sin mucha inspiración. Todo está bien ejecutado, pero falta mucho más que sacar, no rascan se quedan en la superficie.
El disco escrito por Wright, debería llevar su nombre, pero no el de Pink Floyd, solo suena a reclamo publicitario. Es un disco de música ambiental y no de rock progresivo. En definitiva han utilizado el nombre para vender, que de otra forma jamas lo hubieran conseguido, más bien podían haber aprovechado para dar un pequeño homenaje a Wright que estuvo siempre un poco a la sombra de la banda.
Basta con oír “Louder Than Words” que se pretende sea el momento álgido, en otro disco de la banda se hubiera descartado de entrada.
En líneas generales el disco no es malo, pero tiene el defecto de sonar a más de lo mismo y mal acabado.
Por rematar la faena, la portada no es desagradable pero está a años luz de la filosofía de Pink Floyd. Sin embargo una prodigiosa campaña publicitaria los ha elevado a ser el disco más esperado en este 2014.
Llevas razón en este disco de Pink Floyd. Se me hace demasiado cansino. Nada comparable a los viejos tiempos del grupo, que desde mi punto de vista han sido fantásticos e inolvidables.
ResponderEliminar